segunda-feira, 12 de outubro de 2015

Los pueblos indígenas: una lección de resistencia


por María Josefina Arce

Durante siglos se pretendió que el 12 de octubre de 1492 los españoles descubrieron América, pero la historia es otra, en realidad en esa fecha comenzó la esclavitud, el maltrato y sometimiento del indio y la implementación de la religión o creencia Cristiana como instrumento opresor durante la llamada conquista.

Conocido por varias denominaciones, entre ellas como el Día de la Raza o el encuentro entre dos mundos, cambió su nombre con la llegada al poder en Latinoamericana de gobiernos progresistas.

En Venezuela la Revolución Bolivariana, liderada por el fallecido presidente Hugo Chávez, declaró esa jornada desde 2002 como el Día de la Resistencia Indígena, en reivindicación de las luchas de los pueblos originarios frente a la violencia de los colonizadores españoles.

A esa iniciativa, que reconoce el heroísmo de los pueblos que sufrieron el colonialismo europeo, se sumaron también Nicaragua y Bolivia, que cuenta por primera vez en la historia esta última nación con un presidente indígena.

Pero en esos países no solo se fue a un cambio de nombre, sino que los gobiernos comenzaron a tomar un a serie de programas encaminados a reivindicar a los pueblos autóctonos, discriminados y marginados hasta ese momento.

En la nueva Constitución de Venezuela, promovida por Chávez, se reconoce los derechos de los pueblos originarios a la participación política; a mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto; a una salud integral que considere sus prácticas y culturas; a la protección de la propiedad intelectual colectiva de sus conocimientos, tecnologías e innovaciones.

Asimismo, en 2007 se creo un ministerio que atiende a los aborígenes y el Consejo Nacional de Educación, Cultura e Idiomas Indígenas, el cual protege las lenguas nativas, acciones que reivindicaron sus derechos y saldaron la deuda histórica del país.

También destacan las políticas adoptadas por el gobierno sandinista que preside Daniel Ortega. Es así que se ha ido a la entrega de las tierras a sus dueños originarios, a quienes hoy se les garantiza el acceso a la salud y la educación.

En Bolivia el presidente Evo Morales también se ha dado a la defensa de los pueblos originarios del continente. Las comunidades indígenas han dejado de ser invisibles y hoy se les garantiza el respeto a sus más elementales derechos, al tiempo que se protege su diversidad cultural.

De hecho la Nueva Constitución Política del Estado, ratificada en referéndum en enero de 2009, define a Bolivia como un Estado intercultural, plurinacional y descentralizado, el cual cuenta con 37 idiomas oficiales.

A los indígenas se les confiere la protección especial de su identidad cultural, de sus estructuras e instituciones tanto sociales, políticas, como también la autodeterminación territorial. Se pretende compensar la distribución histórica del poder a favor de los pueblos indígenas e imponer sus derechos colectivos a la tierra y a la autonomía.

Invisibles aún hoy en muchas naciones, lo cierto es que los pueblos originarios dieron y dan al mundo una lección de resistencia contra el invasor extranjero, al luchar con fuerza contra la ocupación y defender, superando enormes dificultades, su cultura ancestral que respeta a la naturaleza y al ser humano.

Editado por Maria Calvo

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